La Alhambra, joya del Reino Nazarí y emblema de la historia andalusí, no solo fue hogar de sultanes y cortesanos. En sus palacios, también vivieron mujeres que marcaron la historia con su influencia y decisiones: las sultanas. Estas figuras, muchas veces relegadas a un segundo plano en los relatos históricos, desempeñaron un papel clave en la vida política, social y cultural de la corte nazarí.
¿Quienes eran las sultanas de la Alhambra?
En la Granada nazarí, una sultana era la consorte principal del sultán. Su papel no se limitaba al ámbito doméstico o privado, sino que, en muchos casos, su influencia se extendía al ámbito político y militar. Provenían de familias nobles o de alianzas estratégicas con otras dinastías, lo que las convertía en piezas clave para reforzar el poder del reino. En el ámbito político, las sultanas solían actuar como intermediarias en conflictos internos, defendiendo los derechos de sus hijos o aliados. También se involucraban en decisiones diplomáticas, especialmente en contextos de crisis.
Las sultanas tenían un rol esencial en la estabilidad del trono, especialmente al ser madres de los herederos. Sin embargo, su vida no estaba exenta de tensiones: las intrigas palaciegas, las rivalidades entre esposas y concubinas, y la amenaza constante de traiciones marcaron su día a día en la Alhambra.
Las sultanas más influyentes de la Alhambra de Granada
- Aixa al-Horra: Madre de Boabdil, el último sultán de Granada, Aixa al-Horra es recordada por su inteligencia y valentía. Se opuso abiertamente a Muley Hacén, su esposo, cuando este prefirió a su nueva esposa cristiana, Isabel de Solís, conocida como Zoraya. Aixa lideró a su hijo en la lucha por el trono y defendió los intereses de la dinastía hasta el final.
- Zoraya (Isabel de Solís): Una cautiva cristiana que se convirtió en la favorita del sultán Muley Hacén tras su conversión al islam. Su influencia en la corte causó una profunda división en el reino, enfrentando a Muley Hacén y Boabdil en una guerra civil interna que debilitó al Reino Nazarí.
- Fátima bint al-Ahmar: Tía de Muhammad V, jugó un papel crucial como mediadora y consejera durante las disputas internas de la familia real. Su habilidad política fue clave para mantener la estabilidad en un momento de crisis en el reino.
- Morayma: Esposa de Boabdil, Morayma representa la lealtad y el sacrificio. Acompañó a su esposo en los momentos más difíciles, incluida la derrota definitiva y la entrega de Granada en 1492.
Siervas y su papel en la Alhambra
Además de las sultanas, las siervas desempeñaban un rol fundamental en la vida de la Alhambra. Estas mujeres eran encargadas de tareas domésticas, pero también podían destacar como artistas, educadoras o confidentes de las sultanas.
Muchas siervas eran cautivas de guerra o esclavas adquiridas en mercados, y su destino dependía de su habilidad para integrarse en la dinámica de la corte. Algunas lograban ascender socialmente, ganándose el favor de sus señores e incluso obteniendo su libertad.
Un legado eterno en Granada
La historia tan invisibilizada de las sultanas y las siervas de la Alhambra que a día de hoy notamos, y con lo poco que podemos obtener por falta de biografías, las mujeres del Al-ándalus, entendemos que hubo una gran complejidad y peligro en especial para ellas en la vida palaciega del Reino Nazarí, y gracias a Bárbara Boloix profesora de Estudios Árabes e Islámicos, además de investigadora sobre la huella del género femenino en materia de historia árabe medieval, hoy, al recorrer los salones, patios y jardines de la Alhambra, podemos imaginar el eco de sus pasos, sus decisiones y su influencia.
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